DIVERTICULITIS
Definición
Es necesario que ocurra ruptura microscópica o macroscópica de los divertículos (ver Diverticulosis, en esta sección) para que estalle el cuadro de Diverticulitis, con dolor agudo, defensa y malestar general. Son las perforaciones las que cambian el cuadro y hacen que comiencen los síntomas.
La Diverticulitis ocurre en el 20-25% de los casos de Diverticulosis. El tratamiento consiste en dejar el colon en reposo, sin ingesta de alimentos, y combatir la infección. Los síntomas duran entre 3 y 10 días. Un 70-85% de los pacientes se recupera; el resto requiere cirugía, que debe ser urgente cuando hay signos de peritonitis y oclusión intestinal. No es necesario resecar todos los segmentos del colon que contienen divertículos, sólo el sector con Diverticulitis. Como este es un cuadro infeccioso e inflamatorio, las posibilidades de complicaciones post-operatorias con peritonitis son bastante frecuentes.
Si la enfermedad se complica, puede producir:
- Obstrucción (completa o incompleta)
- Perforación
- Hemorragia
Alimentos recomendados
Este es un momento agudo, por lo cual debemos poner al intestino en reposo. Se aconseja entonces:
Lácteos: no se recomiendan leches, yogures y leches cultivadas.
Quesos: están permitidos los untables blancos, los maduros descremados, el cottage, la ricota descremada y la mozzarella. Se sugiere no someterlos a cocción.
Huevo: se aconseja consumir hasta 3 unidades semanales. Evitar los fritos.
Carne: en un primer momento no se indica; luego según la tolerancia se progresa con carnes blancas de pescado magro y pollo sin piel ni grasa.
Hortalizas: zapallo, zanahoria, zapallito sin piel ni semillas y corazón de alcaucil. Deben cocinarse muy bien, y consumirse en puré o cortadas en trozos pequeños.
Frutas: manzana, pera, banana, durazno y damasco. Preferentemente cocidas por hervido, en purés y al horno.
Cereales y derivados: se recomiendan de laminado fino (como cabello de ángel y spaguettinis). También arroz blanco, harina de maíz, sémola y semolín. Todos los cereales deben consumirse muy bien cocidos.
Panificados: blanco tipo francés desecado, vainillas, galletitas de bajo tenor graso y bizcochos.
Dulces: como jaleas, mermeladas de frutas permitidas y miel.
Cuerpos grasos: aceites de maíz, girasol, oliva y canola no sometidos a calentamiento.
Bebidas: agua sin gas y caldos de frutas.
Infusiones: claras de té, malva, manzanilla, tilo y boldo.
Condimentos: sal y aquellos suaves y aromáticos como perejil, romero, laurel, tomillo, orégano, azafrán, albahaca, comino y salvia.
Para tener siempre presente
- Progresar la alimentación lentamente, para permitir una correcta adaptación del intestino.
- Una vez superada la etapa aguda, debe continuarse con el plan de alimentación adecuado a la enfermedad diverticular.
- La incorporación de alimentos ricos en fibra debe ser realizada en pequeñas porciones y estando éstos bien cocidos.